Várices: Más Allá de la Estética, Un Problema de Salud que No Puedes Ignorar

Las várices, frecuentemente percibidas como una preocupación meramente estética, representan en realidad una manifestación de una afección médica subyacente conocida como enfermedad venosa crónica (EVC). Esta condición compromete la salud vascular y, en muchos casos, impacta de forma significativa la calidad de vida de quienes la padecen. Es fundamental comprender que, si bien las várices son visibles, sus consecuencias pueden ir mucho más allá de lo superficial si no se tratan oportunamente.

Enfermedad Venosa Crónica (ECV): ¿Qué está detrás de las várices?

La enfermedad venosa crónica es una afección del sistema venoso, que ocurre cuando las venas de las piernas se debilitan y sus válvulas no funcionan adecuadamente. Las venas tienen una serie de válvulas unidireccionales que impiden que la sangre fluya de vuelta hacia los pies. Cuando estas válvulas se debilitan o dañan, la sangre comienza a acumularse en las venas, lo que provoca su dilatación y deformidad. Este fenómeno es lo que conocemos como várices.

Las várices pueden ser pequeñas y superficiales o profundas, y se presentan principalmente en las piernas, donde la presión sobre las venas es mayor. Sin embargo, aunque las várices son visibles y pueden causar molestias, su impacto real sobre la salud puede ser, en algunos casos, considerablemente más grave de lo que generalmente se asume.

¿Quiénes están en riesgo?

El riesgo de desarrollar enfermedad venosa crónica y, por lo tanto, várices, aumenta con ciertos factores. El Dr. Fernando Monroy, Cirujano Vascular y Endovascular explica los siguientes:

• Genética: La predisposición genética juega un papel importante, y las mujeres presentan mayor riesgo debido a factores hormonales.

• Edad avanzada: El envejecimiento conlleva una pérdida progresiva de elasticidad venosa y el deterioro de las válvulas.

Estilo de vida sedentario o de pie prolongado: El trabajo que requiere estar de pie durante mucho tiempo puede aumentar el riesgo de desarrollar várices, incluso también si se permanece sentado mucho tiempo.

• Embarazo: Los cambios hormonales y el aumento de peso durante el embarazo ponen presión extra sobre las venas, lo que puede llevar a la aparición de várices en piernas y varices pélvicas.

• Otros factores que añaden riesgos pueden ser anticonceptivos hormonales, ejercicios con mucho peso, traumatismos en las piernas, prendas ajustadas en la cintura, uso del tacón alto.

El impacto más allá de la estética: consecuencias para la salud

Si bien las várices son más conocidas por sus efectos visibles, su impacto en la salud puede ser más profundo. De acuerdo con Mayo Clinic las complicaciones no son muy comunes, pero pueden llegar a afectar la calidad de vida:

  • Dolor, pesadez y calambres: Síntomas frecuentes que pueden limitar las actividades diarias.
  • Hinchazón: Resultado de la acumulación de sangre, particularmente en pies y tobillos.
  • Úlceras venosas: Lesiones crónicas en la piel, habitualmente localizadas en la región maleolar, de difícil cicatrización.
  • Tromboflebitis superficial: Inflamación y formación de coágulos en venas superficiales, con riesgo de progresión a trombosis venosa profunda (TVP) o embolia pulmonar.

Diagnóstico: Clave para un tratamiento adecuado

El diagnóstico adecuado de las várices requiere de un examen clínico detallado, así como de estudios de imágenes especializados. En DIME Clínica Neurocardiovascular, contamos con tecnología de punta para ofrecer diagnósticos precisos que nos permitan elegir el tratamiento más adecuado para cada paciente.

  • Eco-Doppler venoso: Esta es una prueba no invasiva que utiliza ultrasonido para observar el flujo sanguíneo y detectar anomalías en las venas.
  • Flebografía: Es un examen radiológico que permite evaluar el sistema venoso mediante la inyección de un medio de contraste en las venas, ayudando a identificar bloqueos o malformaciones en las venas profundas.

Estos estudios permiten identificar la extensión de la enfermedad y planificar el tratamiento de manera personalizada.

Opciones de tratamiento: Más allá de la cirugía tradicional

Gracias a los avances en medicina vascular, actualmente es posible tratar las várices con procedimientos mínimamente invasivos, eficaces y seguros:

  • Escleroterapia: Se inyecta una solución química en las venas varicosas, lo que provoca su cierre y eventual desaparición. Es especialmente efectiva para venas pequeñas y no tan profundas, por lo que es un procedimiento estético; debe ser realizado por un Especialista; en la clínica este procedimiento no se realiza.
  • Cirugía mínimamente invasiva: En casos más complejos, se puede realizar una flebectomía (extracción de la vena varicosa) mediante pequeñas incisiones, con una recuperación más rápida que la cirugía convencional.

La elección del tratamiento depende de la gravedad de las várices, la salud general del paciente y sus preferencias personales.

Es esencial consultar a un especialista para determinar el enfoque más adecuado.

Contamos con el acompañamiento del Dr. Fernando Monroy, Cirujano Vascular y Endovascular, quien lidera este servicio en nuestra institución.

Prevención: Cuidando tu salud vascular

Aunque no siempre es posible prevenir la aparición de várices, adoptar hábitos saludables puede reducir significativamente el riesgo y retrasar su progresión:

  • Uso de medias de compresión: Estas medias ayudan a mejorar la circulación sanguínea, reduciendo la hinchazón y el dolor.
  • Actividad física regular: Ejercicios como caminar, nadar o andar en bicicleta son excelentes para fortalecer las piernas y mejorar la circulación. Es importante que la actividad física se adecue a las necesidades de cada persona por lo que es recomendable asesorarse por expertos antes de iniciar algún deporte.
  • Control del peso corporal: Mantener un peso saludable reduce la presión sobre las venas y mejora la circulación.
  • Evitar permanecer de pie o sentado por períodos prolongados: Si tu trabajo requiere estar mucho tiempo de pie, intenta tomar descansos regulares para caminar o elevar las piernas.

En DIME Clínica Neurocardiovascular, ofrecemos un enfoque integral para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la enfermedad venosa crónica. Nuestros servicios incluyen:

  • Consultas especializadas con cirujanos vasculares.
  • Estudios diagnósticos avanzados.
  • Terapias personalizadas y seguimiento continuo.

Contamos con un equipo altamente capacitado y tecnología de última generación para garantizar un manejo basado en la evidencia, centrado en el bienestar de nuestros pacientes.

Si presentas síntomas de várices o deseas realizar un chequeo preventivo, agenda tu cita con nosotros. Estamos aquí para cuidar de tu salud vascular.

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